SANTO DOMINGO.- El Consejo de Acceso a la Información por la
Transparencia (CODAIT) denunció que seis
individuos vestidos con uniformes de la
Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), portando chalecos antibalas,
armas largas y cortas asaltaron el Rancho
Real en el sector La Gina del Salao en Higuey.
El Codait indicó que los supuestos agentes de la DNCD
penetraron al negocio turístico a las 12 y 15 minutos de la tarde del pasado
jueves, amordazaron y golpearon a tres empleados, encañonaron a la cocinera y a
un hijo del propietario del negocio manteniéndolos en el interior de la cocina.
Adán Pérez,
propietario del Rancho Real informó que al momento del hecho él y su
esposa Nancy Rodríguez estaban fuera atendiendo asuntos propios del negocio, cuando
los delincuentes cargaron con una escopeta marca Rémington, la caja fuerte,
prendas preciosas, wiskys, tres celulares y una suma indeterminada de dinero.
“Esa banda ha asaltado otros negocios en la zona,
incluyendo hogares, sin que las autoridades competentes logren detener a los
responsables de la inseguridad que afecta a estas comunidades del polo
turístico de la región Este. Unos minutos antes del asalto habían salido del
Rancho Real unos 32 turistas”, afirmó Pérez.
El Codait, se quejó que llama la atención el hecho de
que el celular del hijo del propietario del establecimiento comercial asaltado fuera rastreado y ubicado por GPS en Cañada
Honda de Misibón, Higuey, y que las autoridades acudieron al lugar donde
presentaba localización el artefacto, sin embargo no procedieron a penetrar por
supuestamente no contar con la orden de allanamiento.
El CODAIT, en voz de su presidente y vicepresidente,
José Miguel Fernández y Menoscal Reynoso llamaron la atención del Ministerio de
Interior y Policía, de la Policía Nacional y de la Procuraduría General de la
República a que se haga una profunda investigación a fin de que el hecho no
quede impune.
Pidieron el castigo correspondiente a todos los
involucrados, para que la seguridad
ciudadana no continúe siendo un peligro para las personas productivas, y que situaciones como esas no sean el día a
día de las comunidades, ni poner en riesgo la industria del turismo, principal
fuente de la economía del país.
Por ORLANDO ARIAS
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