jueves, 10 de julio de 2014

En Gaspar Hernández reconocen al empresario capitaleño Freddy Pérez

La directora del centro de estudios, Elizabeth Pérez 
recibe el reconocimiento en nombre de Freddy Pérez.
SANTO DOMINGO.-El Distrito Educativo 06-07 de Gaspar Hernández, provincia Espaillat, hizo recientemente un reconocimiento al empresario  Freddy Pérez por los aportes realizados a la escuela El Caimán de esta localidad, la cual apadrina.

La directora del centro de estudios, Elizabeth Pérez, luego de ponderar las virtudes que adornan como ser humano al filántropo, recibió el certificado nombre de su destinatario, quien no pudo estar presente por causas ajenas a su voluntad.

De su lado,  Pérez agradeció el gesto al indicar, “Me siento muy agradecido por permitirme apoyar a la niñez de la tierra que me vio nacer; es un gran honor el poder compartir esta travesía. Felicidades a todos los que de una forma u otra han apoyado la causa”.

Asimismo, en interés de fomentar el desarrollo del conocimiento en la zona, en el acto de reconocimiento  entregó varias computadoras a estudiantes meritorios del citado centro, para lo cual delegó función en Adelson Arias para la entrega de las mismas.

Una de las computadoras obsequiadas 
por Pérez a un estudiante meritorio.
El presidente de “Frepesa, el mundo de las correas industriales”,  apadrina la pequeña escuela El Caimán, de Gaspar Hernández,  a cuyos estudiantes suple todo lo necesario para que funcione “como Dios manda” con el único requisito a los estudiantes de que no dejen de asistir a clase.

A estos jóvenes, no solo les brinda la oportunidad de estudiar, con lo que contribuye con la sociedad y resuelve un problema a los padres de familia de la localidad, sino que también al final del año le organiza su fiesta navideña y le entrega sus juguetes el Día de los Santos Reyes.

Con esta práctica lleva paz y sosiego a los padres de éstos, porque les evita gastos para el comienzo del año escolar, al entregarle mochilas, mascotas, lápices, libros de textos, computadoras y una biblioteca a la escuela, así como parte del material gastable.

“Esto aprendí de mi madre, Ana Mercedes Suriel, quien siempre se identificó con las mejores causas, siempre estuvo dispuesta a servir a los demás. También por el ejemplo que nos insuflara el Sr. Rogelio Rodríguez, nuestra chispa inspiradora”, dice con gran regocijo.

Es entendible que al actuar de esta manera puede servir de estímulo a otros empresarios a realizar actividades que contribuyan al mejoramiento de la calidad de vida de los demás, un ejemplo que debería ser imitado por las personas a quienes la vida le ha sido menos dura.

Por ORLANDO ARIAS


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