SANTO DOMINGO.- La esposa, hijos
y otros familiares del presidente de la Unión Nacional de Transportistas y
Afines (Unatrafin), Arsenio Quevedo, denunciaron que las autoridades
penitenciarias del país han tratado su caso con negligencia, al tiempo que advirtieron
hoy sobre el agravamiento de la salud del dirigente choferil.
Quevedo debió ser avaluado este
miércoles en un centro médico de la capital. Lo que no fue posible por alegada
falta de un vehículo y otros obstáculos no precisados, para trasladarle desde
Najayo, donde guarda prisión.
“Mi esposo debía someterse a dos
terapias semanales. Los médicos le recomendaron diez sucesivas y solo se le ha
practicado una. Hoy debió ser traído y ya ustedes ven, ahora dicen que no es
posible traerlo”, se quejó Tania Taveras de Quevedo.
La compañera del presidente de
Unatrafin, mostró a los periodistas placas, sonografías y documentos del
expediente médico contentivo de los exámenes practicados a su esposo.
Le acompañaron Amín Quevedo y otros
hijos del Profesor, quienes dijeron esperar que esto no siga sucediendo y que
se le permita al paciente ser visto por sus médicos y que éstos sigan con el procedimiento
médico que se ha iniciado.
La noche del domingo Quevedo
sufrió una caída desde en una escalera del centro penitenciario de Najayo,
donde está recluido, siendo necesario ser llevado de urgencia al hospital Juan
Pablo Pina, de San Cristóbal, donde se recomendó que sea visto por los
especialistas.
Entre la tarde y la noche de este
martes, Arsenio Quevedo fue tratado por los médicos del centro penitencial
luego de sufrir mareos y vómito en varias ocasiones. Se diagnosticó que tiene
la presión descontrolada (entre muy alta y muy baja), además de que ha sufrido
comas diabéticos durante todos estos días.
Debido a la caída, Arsenio
Quevedo sufrió lesiones en su espalda, agravándose el “desbordamiento” que
afecta dos discos, por lo que con anterioridad a esta situación se había
contemplado la probabilidad de que sea ser intervenido quirúrgicamente en la
columna vertebral.
Así se había diagnosticado tras
sometérsele a una resonancia magnética en el Centro de Investigaciones Médicas,
donde había sido referido desde el Centro Médico Real, donde en varias ocasiones
anteriores había sido llevado desde la cárcel de Najayo, donde guarda prisión.
Por ORLANDO ARIAS
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